
Vía Crucis y Calvario

De peirones podríamos calificar las estaciones del Vía Crucis de Lagueruela que serpentean el camino que da acceso a la ermita del Santo Sepulcro.
Son de 1962, y sustituyeron a unas cruces de madera que databan de 1873, cuando el arzobispo de Zaragoza autoriza la construcción del Vía Crucis. Cada estación costó 1.000 pesetas que fueron sufragadas por varias familias del pueblo. Don Emilio Bujeda era entonces el párroco y de él partió la idea.
Su aspecto desde lejos es impactante, en un monte que parece erizado de torres y pilares blancos que acompañan al templo y a los restos de su antiguo castillo medieval. Conjunto de interés histórico-artístico de los más hermosos de la comarca.

