Penitentes de El Poyo del Cid
El tercer domingo de mayo los vecinos de El Poyo del Cid realizan una romería a la ermita del Santo Cristo del Arrabal de Calamocha, siendo los encargados de organizarla los penitentes de la Hermandad de la Sangre de Cristo, conocidos popularmente como los curitos, con su hábito procesional negro. Salen estos cofrades en ordenada procesión hasta el límite del término con la Cruz, la imagen de la Dolorosa y el pendón negro de la Hermandad.
Luego, en vehículos particulares, llegan hasta las inmediaciones de la ermita calamochina, a la que acceden de uno en uno, separados unos cinco metros, solemnes con su túnica negra que les tapa la cara, llevando las mismas imágenes el pendón representativo.
Una vez dentro de la capilla del Santo Cristo, se destapan el rostro, entonan las oraciones de rigor, y abandonan entonces la misma con toda solemnidad de cara al altar y de espaldas a la puerta. Ya fuera, con el mismo orden de la llegada marchan hasta el límite del término de Calamocha. En todos estos actos van acompañados con la Banda de Tambores y Cornetas de la Cofradía del Santo Cristo de Calamocha, y, desde hace una década, participan el la misma tanto hombres como mujeres, cuando hasta entonces solo intervenían los hombres.
De regreso a El Poyo, los dos cofrades responsables del gasto obsequian a todos los participantes con un refrigerio, reanudándose la procesión con la salida a su encuentro, de vuelta al pueblo, con el sacerdote que va acompañado de algunas imágenes de la iglesia y del resto de fieles. Tienen lugar entonces las cortesías de las banderas roja y blanca al pendón negro de la cofradía. Los penitentes entran en la iglesia de uno en uno, en medio de un respetuoso silencio, de mayor a menor antigüedad. En la procesión del Santo Entierro del Viernes Santo de Calamocha, interviene esta misma cofradía acompañando a la del Santo Cristo de Calamocha con la que mantiene un antiguo y estrecho hermanamiento.