En el LIC de la Sierra de Fonfría, en las laderas del pico La Ería que miran al norte, se encuentra el rebollar. En realidad, es más abundante el marojo que el rebollo. Es un espacio natural muy atractivo donde se diseminan pequeñas balsas temporales y permanentes. Abarca los términos de Fonfría y Allueva.

Se trata de uno de los únicos marojales relativamente extensos que hay en la comarca del Jiloca, debido a que muchos de ellos han sido alterados por la acción del hombre, estando ahora ocupados por pinos o dedicados a otros cultivos. Esto mismo ocurre en este rebollar de Fonfría, pues en la parte superior se ha llevado a cabo una gran repoblación de pinos.

Esta comunidad de árboles es importante por su extensión, por ser muy denso y también por las plantas que en él viven, como por ejemplo, una población única de narcisos, los «narcisuss eugeniae». El nivel de conservación de este bosque es bastante bueno, teniendo en cuenta las abundantes talas que ha habido por estas tierras. A pesar de ello, se está recuperando y ya hay muchos árboles de 7 m. de altura.

En este robledal hay arbustos propios de las orillas de estos bosques húmedos de hoja caduca, como espino albar, lantana, endrino y madreselva. Hay ejemplares aislados de un escaso serbal. Bajo las ramas hay plantas delicadas y poco habituales como el narciso, el geranio y la orquídea de dama. Abundan los líquenes y los musgos.

La fauna más importante es el corzo y el jabalí. También hay abundantes hongos. De esta forma, la caza y la recolección de setas son unas de las principales actividades en estos bosques.