Ya estás en Olalla, si miras hacia arriba la podrás ver, probablemente sea su fama la que te haya traído hasta aquí. Es una Torre Mudéjar espectacular y huérfana de iglesia, pues al construir una nueva más accesible se perdió la primitiva. La torre se salvó por los pelos, lo puedes comprobar con alguna foto de los años 70, hasta que en 1983 por suerte la restauraron.
Y ya que estás aquí, podrás dar un paseo por el pueblo, verás la nueva Iglesia Parroquial de Santa Eulalia, aunque tiene más de 300 años. También algunas casas de construcción tradicional, el trinquete, la fuente y los palomares, de interés etnológico. Y un poco más lejos puedes elegir entre un paseo por el sabinar, uno de los mejor conservados de Aragón o por el Santuario de Pelarda y el marojal, lugar ideal para disfrutar de las aves. Incluso en esta zona, en otoño, no es difícil encontrar setas.

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