La palabra “pairón” o “peirón”, parece ser de origen griego con el significado de «límite”. Se entiende por peirón “lugar devoto que suele haber junto a las entradas o salidas de los pueblos y junto a los caminos, con una cruz o imagen”.

Consiste en una columna de unos tres metros de altura hecha en sillería, mampostería o ladrillo y culminada normalmente en una cruz de hierro o una esfera de piedra. Habitualmente suele tener uno o varios azulejos policromados con algún motivo religioso (santo o virgen). También hay ejemplares en los que se ubica una estatuilla religiosa en una oquedad en lugar del azulejo o en otros casos, simplemente hay una inscripción o nada.
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Peirón de Villar del Salz

Se desconoce el momento exacto en el que se comenzaron a construir este tipo de elementos, así como su función concreta, pero está claro que sirven como lugar de orientación, que en algunos casos conmemoran hechos luctuosos y que están impregnados por un profundo sentido religioso.

La mayor parte de las construcciones están realizadas en mampostería, aunque también destacan buenos ejemplares de ladrillo como el peirón del Cabezuelo en Navarrete, el de Santa Lucía en El Villarejo de los Olmos o el de la Virgen del Pilar en San Martín del Río. Amplio también es el número de ellos realizados en sillería. De estos quizá los más espectaculares sean el de San José en Villar del Salz, o los de San Antón en Tornos y Lagueruela.