
Iglesia Parroquial de Santa Magdalena de Villahermosa

La Iglesia Parroquial de Santa Magdalena en Villahermosa del Campo es un edificio que ha sido sometido a varias transformaciones a lo largo del tiempo, mezclando los estilos románico, gótico, renacentista y barroco. Es un templo de una sola nave con dos capillas a cada lado de la misma. Coro en alto. El campanario marca la silueta exterior del templo.
La cabecera, poligonal, está construida en dos momentos. En el primero se utilizó la mampostería y en cuyo centro aparece una ventana románica. Sobre este cuerpo se levantó otro de ladrillo en el que hay una sencilla banda de esquinilla sobre unos ventanales cegados.
La fachada también presentra dos cuerpos. El inferior es de cantería y cobija la portada. Sobre él se levanta otro de ladrillo que presenta un óculo y una galería de seis arquillos renacentistas. La parte del coro y, seguramente, la última capilla del lado del Evangelio se ampliaron entre 1583 y 1591. El resto de la Iglesia se cubrió de nuevo ya en época barroca, sin que podamos concretar el momento exacto. Está declarada Bien Catalogado del Patrimonio Aragonés (PCA).
La torre barroca de la Iglesia Parroquial de Villahermosa del Campo posee un primer cuerpo que está realizado en mampostería hasta la altura de la nave lateral. Sobre este se levanta el segundo cuerpo de ladrillo de planta también cuadrangular con las esquinas ochavadas (eliminadas). En la parte inferior de este segundo cuerpo presenta un friso de ladrillos en esquinillas sobre el que se sitúa una decoración de rombo. Por encima de este se abre el cuerpo de campanas, con arco de medio punto. Sobre el cuerpo de campanas se situa otro friso de ladrillos en esquinillas.
Elementos destacables en el interior de la iglesia
El sagrario ha sido atribuido al escultor darocense Miguel Sanz, a comienzos del XVII. La fecha de 1624 que en él aparece corresponde al momento en el que fue pintado. En el altar mayor encontramos un retablo dedicado a Santa María Magdalena, realizado por Juan de Huesca en 1508. En el lado del evangelio los retablos del Santo Cristo, de San Fabián y San Sebastián y el de la Virgen del Rosario. En la epístola hay dos retablos más: el de la Divina Pastora y el de San Gervasio y San Protasio




