El Río Pancrudo atraviesa el término de Torre los Negros de un extremo al otro. Entra por Alpeñés y lo despedimos en el término de Barrachina.

Un paseo por el curso del río permite descubrir elementos del patrimonio hidráulico ahora en desuso, caminando bajo la sombra de los chopos cabeceros que se alinean formando dehesas. Aguas arriba se encuentran los restos de la antigua Ermita de San Miguel, junto al puente del mismo nombre. Al aproximarnos a la localidad, junto a la carretera veremos una noria, protegida en el interior del edificio.

Una vez pasado el casco urbano un molino harinero, en estado de progresivo deterioro. Pero lo que sin duda nos llamará más la atención es un pequeño edificio que se encuentra unos metros más abajo. Se trata de una antigua chocolatería donde se conserva su maquinaria e instrumental tal y como se dejó el día que se abandonó su uso.

Volviendo a la localidad, Torre los Negros ubica su Iglesia en la zona más elevada del pueblo. Es de reciente construcción tras la destrucción del antiguo templo en 1945 y que hubo que reconstruir. En el interior del templo se conserva una imagen del siglo XVII que representa al Padre Selleras, personaje ilustre de la localidad.

La tradición atribuye a la Fuente del Padre Selleras, manantial que él mismo hizo brotar junto a la rambla del pueblo, virtudes curativas sobre todo en enfermedades de la piel. Es muy visitada y apreciada por sus vecinos, aunque la fuente de la que el pueblo se abastece se encuentra en el interior de la localidad.

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